He entendido que nadie va a vivir mi vida mejor que yo, que no debo nada, y que
por mucho que intenten juzgarme todos guardamos secretos que nos avergüenzan. Nadie
tiene derecho ni valor suficiente para juzgar a otros. Mi vida es mía, y mi camino lo
diseño yo porque no sabrán hacerlo mejor. A fin de cuentas haga lo que haga
siempre habrá alguien a quien no le agraden mis elecciones, así como muchos
otros que me apoyarán incondicionalmente aunque las decisiones que tome sean
totalmente estúpidas. Además el traicionero tiempo es demasiado corto como para
detenerme a pensar a quien disgusto, agrado o molesto con mis inocentes
locuras.
Estoy
orgullosa de lo que hago, no tengo que dar explicaciones sobre las cosas que
quiero o me gustan, como me comporto, me defiendo o me construyo, lo que me
hace feliz, me libera y me hace ser el irremediable torbellino de sentimientos,
locura, ruido y risas que soy, pero sobre todo nunca jamás nadie podrá juzgarme
libre totalmente de error alguno.
Jenn..*
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