- Tienes demasiadas expectativas, Cielo...
- ¿Y cuál es el problema? No está mal tener expectativas
- Claro que no está mal temerlas, lo que pasa es que las tuyas son tan atlas
que ni siquiera el hombre de tus sueños sería capaz de alcanzarlas.
- Yo no...
- ¿Y sabes cuál es la clave? –Dijo interrumpiéndola – Que hay muchas cosas que
quieres con todas tus fuerzas y no te las admites ni siquiera a ti
misma... Te aterran demasiado. Tus expectativas no son aspiraciones, son
un muro de piedra que te rodea y te "protege" manteniéndote
alejada de todo aquello que puede llegar a importarte.
J. J.
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