viernes, 15 de agosto de 2014

A tres centímetros

Me quedé suspendida tres centímetros del suelo..

Te quería, como nunca me había atrevido a querer a nadie, dejándome llevar

De una forma insegura, sin credenciales, red de seguridad, ni paracaídas... 

Me lance al vacío de cabeza con la esperanza de que me nacieran alas


Pero no pasó, me quedé suspendida a tres centímetros del suelo... de la tierra, entre tus miedos y tus dudas. 

Entre tus besos y tus despedidas

Entre tus noches y tus días 

Entre tus idas y venidas 

Me quedé suspendida... 

El universo no sabía si salvarme o dejarme caer, y tú tampoco

Me quedé suspendida, a tres centímetros, del centro de la tierra... Donde empieza la vida y acaba tu corazón.




J.J. 

jueves, 14 de agosto de 2014

¿Realidad, fantasía o realidades fantásticas?

Me gustan mucho las películas y los libros, esas historias fantásticas y maravillosas que la mayoría nos pasamos la vida esperando, buscando y nunca llegan...

Pero, hoy me estaba planteando...

¿Realmente quiero vivir en una película o un libro? Hay que ver que todo es fantástico, pero siempre lo acaban cundo empieza lo real, cuando llega el: “y vivieron felices para siempre”, cuando se supone que los personajes realmente empiezan a vivir. 

Pero no nos dicen lo que pasa después ¿Se siguen queriendo siempre? ¿Se aburren? ¿Sus vidas siguen siendo tan interesantes? Son... ¿Felices? ¿O la magia se termina cuando se cierra el libro y se apaga la pantalla?

Todo indica que sí, que en ese momento todo es maravilloso y seguirá así siempre; pero realmente no lo sabemos; claro que lo podemos deducir pero... es realmente predecible y esto, ¿No lo hace tremendamente aburrido? 


J. J.