lunes, 24 de octubre de 2011

50 años de "Desayuno con diamantes"


Medio siglo ha pasado desde que las pantallas proyectaron esta historia de amor entre una descarada jovencita que aseguraba no pertenecer a nadie y un escritor que aceptaba las visitas de una amante para financiarse el apartamento.

Es un icono por eso quien no haya vista esta imagen en un póster o una camiseta es que vive en otro planeta. Audrey Hepburn inundó las habitaciones de las que decidieron revindicarse sencillas para sentirse glamurosas y de los que se enamoraron de su rebelde ansia de libertad, de su personalidad y de esa manera única con la que cantaba en la ventana. Un tema que Henri Mancini creo en exclusiva para ella y que fue todo un acierto no eliminar del montaje como pensaron en un primer momento.


De lo que nadie duda es de que ellos juntos son tan imprescindibles como la propia película, y sin embargo es la pareja que pudo no haber sido; Por que ni Truman Capote autor de la novela la quería a ella, ni el director le quería a el, prefería a Steve Mcqueen.

Así se las gastaba Holly una charlatana que enamoro al mundo a pesar de que Capote no la había diseñado así. En la novela ella era bisexual y quedaba mucho mas patente que era una prostituta. Hay quien piensa que igual que él, que tendrá que pelear duro con alguien que seguro que le suena José Silva Pereira (José Luis de Vilallonga) pero ni la mitad de divertido que George Peppard (protagonista) que ya apuntaba maneras de Anibal, el del equipo A. A nadie nos extrañó que cayera rendido a sus pies. Por que esta peli es todo lo que has querido hacer y ella con quien siempre hubieras deseado hacerlo.


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