lunes, 19 de mayo de 2014

Paradez crónica con tendencia a la claustrofobia sentimental, locura severa y conductas persecutorias

No sé si es que me está atacando la melancolía, si las echo mucho de menos y las necesito aquí o nuestras conversaciones de larga distancia me hacen desearlo.

Pero quiero repetir, quiero otra noche por Londres en pijama sin sujetador y forradas para no pasar frío. Una noche en un hostal hablando con adolescentes de Bélgica o atractivos italianos mientras nos quitamos el maquillaje sin saber que nos entienden o unas tarde en una habitación de Hyde Park hablando de nuestros sueños, miedos, inseguridades y chicos perfectos e imaginarios.


Extraño el calor de las amigas paseando por la noche en una ciudad enorme cargada de personas buscando amor mientras nosotras somos torpes y sólo les ponemos ojitos. Tardes de museos imaginando citas perfectas y enamoramientos fugaces. Me gustaría probar una noche de películas, conversaciones eternas y comida chatarra; una tarde de cafetería sin nada mejor que hacer que beber cervezas y hablar mientras el reloj gira.

Quiero una noche de maquillaje, tacones de infarto y besos robados entre copas de Martini o cervezas. Paseando entre luces de neón, sonrisas encantadoras y cigarrillos de vainilla. Lápiz de labios rojos como máscara de fuerza, y mechones de pelo de colores como característica personal.


No debería desear todo esto porque prácticamente no lo he tenido, sería algo más parecido a un sueño de esos de siesta en verano. O puede que me esté haciendo mayor y empiece a comprender el valor de un grupo de piradas que te apoyen en todo y viven cerca para sacar a relucir al máximo la vena fémina, para ser frikis sin remedio o incluso un poco chicazos. Para ser nosotras en una especie de comedia romántica que al final acaba bien aunque las cosas estén como al principio de la película.

En definitiva quiero más tiempo, pero no de gran ciudad, simplemente más horas que perder haciendo nada y haciendo de todo con ellas… mis superheroínas de pelis en blanco y negro, de páginas de libro, de sonrisas sinceras y excentricidades especiales. Mis mejores complementos para una noche de fiesta, apoyo, comprensión y escapatoria de todo aquello que en el fondo puede que no queramos escapar. 

Mis unicornios especiales a los que a veces se les olvida lo increíbles y mágicas que pueden llegar a ser, y como roban miradas por las calles cargadas de gente sin siquiera ser capaces de notarlo. 


J. J. 

2 comentarios:

  1. Dios, como me encantaría. ¿Dónde hay que firmar? Necesitamos un Londres segunda parte ya... I miss you

    ResponderEliminar
  2. Yes, we need something like that again. WE NEED MORE.

    ResponderEliminar